Aventura en Costa Rica

Elegí este destino porque hace cinco años, una muy buena amiga fue con su familia y la verdad es que vinieron super contentos, las experiencias que vivieron fueron increíbles y mientras me lo contaba se me hacía la boca agua. La verdad es que estaba fascinada con todo lo que habían vivido y me metió el gusanillo en el cuerpo ¡Tenía que hacer ese viaje! Si, ya lo sé, he tardado en hacerlo cinco años, pero como se dice… ¡Nunca es tarde!

Elegí una fecha en la que la afluencia de turistas no era muy elevada, así que preparé todo para viajar en septiembre que era temporada baja. Para que lo sepáis la temporada alta en Costa Rica es sobretodo en Navidades y Semana Santa y también los meses de Julio y Agosto. La temporada baja es en mayo, junio septiembre, octubre o noviembre, es una época perfecta para visitar el país ya que no está muy masificado y no es un país demasiado grande.

Pura Vida

Costa Rica tiene… ¡27 parque nacionales! ¿Quién da más? Pues si, 11 reservas forestales, 8 reservas biológicas, 32 zonas protegidas, 58 refugios salvajes, 15 zonas de humedales pantanosos y 12 regiones de conservación. Por algo la denominan “Pura Vida”, hay vegetación para aburrir

Este viaje es para disfrutar de la naturaleza en todas sus vertiente, un país que te enamora nada más llegar. Costa Rica es un país lleno de contrastes. Desde el clima, lluvioso en el Caribe, frío y húmedo en parte más central y muy caluroso en el Pacífico. Hasta la infinidad de paisajes con su fauna tan diversa. Es sin duda un paraíso tropical.

La comida costarricense

No esperes muchos lujos gastronómicos, no es como en otros destinos, aquí los platos son bastante limitados. El plato típico es el Casadito; hecho con frijoles, maíz o patatas, arroz, carne o pescado y una ensalada. Lo que más llama la atención es que lo toman en el desayuno llamándolo “Gallo Pinto” incluyendo huevos, ya sean revueltos o fritos, un plátano asado y un queso típico. ¡Para empezar el día con fuerzas! La verdad es que no es algo para desayunar todos los días, pero me gustó la experiencia.

Como en cualquier sitio tienes la opción de optar por hamburguesas o pizzas en los lugares más turísticos, pero te recomiendo que pruebes la comida típica para una experiencia completa. Además puedes acompañar tus platos con una cerveza Imperial, la que más se bebe en Costa Rica, a nosotros nos gusta la cerveza y tenemos que decir que está bastante buena y fresquita.

Prueba también la fruta, te encantará el sabor de las frutas tropicales.

No te preocupes por el precio de la comida, la verdad es que vas a tener suerte, la comida es lo más barato que te vas a encontrar en Costa Rica, prepárate para sacar la cartera antes de visitar cualquier cosa, si, incluso la naturaleza.

Lo que más me llamó la atención cuando llegué a Costa Rica fue la amabilidad y la disposición de su gente, de los “ticos”, te integran en todo momento para hacerte sentir uno de ellos. ¡Es maravilloso! Lo que hacen que sea un país muy seguro.





Soy muy amante de los animales, así que aquí encontré mi paraíso. Monos, iguanas, perezosos, mapaches, serpientes, especies que se ven con mucha facilidad, pero no puedes alimentarlos ni tocarlos, de esta forma evitarás que puedan contagiarte.

Teníamos tan solo diez días por delante, y sabíamos, que aunque era pequeño, las carreteras no están en condiciones, por lo que los traslados llevan bastante tiempo, así que llevábamos todo muy organizado para poder aprovechar al máximo esos días.

San José

Llegamos a San José y nos llevaron a nuestro hotel para dejar las cosas. Aún teníamos algo de tiempo antes de cenar para recorrer la ciudad. Recorrimos la peatonal y céntrica Avenida Central, visitamos el Teatro Nacional, la Catedral y fuimos al Mercado Central. Cenamos algo y nos fuimos al hotel a descansar.

Volcán Arenal

Al día siguiente disfrutamos de un maravilloso desayuno y nos pusimos en marcha hacía el Volcán Arenal, tradicionalmente el más activo de Costa Rica (actualmente su actividad es prácticamente nula, no os preocupéis).

El trayecto a Volcán Arenal es muy corto. El transporte te deja y tienes que continuar el trayecto por caminos de arena, el recorrido a pie merece mucho la pena, hay muchísima vegetación y fauna. Al llegar al final del recorrido se ve el Volcán en todo su esplendor, el recorrido es muy sencillo, cualquiera puede hacerlo. Al día siguiente decidimos relajarnos en sus aguas termales y pasear por las inmediaciones del Volcán.

Guanacaste

Nuestra siguiente parada eran las playas de Ganacaste en la Costa del Pacífico en las que podríamos disfrutar unos día en un hotel con todo incluido. 

Pasamos los días disfrutando del entorno privilegiado, descansando en sus playas, buceando y pescando en las aguas del Pacífico y descubriendo sus zonas volcánicas y santuarios de la naturaleza. El colofón final para un viaje de ensueño.