Aventura en Perú


Nuestro siguiente destino era Perú, nos moríamos de ganas de visitar este país. La verdad es que tras el viaje del año pasado a las Maldivas teníamos ganas de un viaje más movidito. Y por eso hemos elegido Perú, pasamos de un extremo a otro :). Pero estábamos muy concienciados de que iba a ser un viaje muy muy especial, así que con las maletas hechas nos fuimos al aeropuerto a coger nuestro vuelo con destino Lima

Teníamos por delante 14 días muy intenso en el que vivir una experiencia inolvidable, o eso al menos esperábamos. Ya teníamos todo el viaje organizado para poder aprovecharlo al máximo y no perdernos nada, o al menos no lo más importante, queríamos exprimir al máximo los días y para eso necesitábamos que todo estuviese planificado en detalle.

Tras un viaje muy corto, ¡si a pesar de todas la horas de viaje qué son!, se nos hizo muy llevadero, la verdad, dormimos parte del trayecto, y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos aterrizando en Lima. Nos recogieron en el aeropuerto y nos llevaron a nuestro hotel. Llegamos bastante tarde, así que simplemente nos dio tiempo a echar una primera ojeada a Lima, de camino al hotel, y dejarnos con un buen sabor de boca y ganas de que llegase el día siguiente.

Lima


Nos levantamos muy temprano y después de probar un enorme y delicioso desayuno peruano nos dispusimos a comernos la ciudad y descubrir todo lo que nos esperaba en Lima, teníamos toda la mañana libre para hacerlo.

Lima



Dimos un paseo por el Parque del Amor, por la Playa de Miraflores, su centro histórico. Lima es enorme, por eso te aconsejamos que planifiques bien lo que quieres ver ya que al final una mañana pasa volando. Conocimos la bonita Plaza de Armas y su Catedral, que alberga en su interior un museo de arte religioso, el Palacio del Gobierno, la Municipalidad, que es el Ayuntamiento de Lima, el Monasterio de San Francisco, también conocido como el museo de las Catacumbas, el Monasterio de Santo Domingo y la vieja estación de ferrocarril de Desamparados. Y la mañana se nos pasó volando, teníamos que recoger todas nuestras cosas para que nos recogiesen y nos dejasen en la estación de bus, para coger uno de camino a Nasca, son 450 km hasta Nasca así que cuando llegamos estábamos tan cansados que cenamos algo y nos fuimos directamente a dormir. El día siguiente prometía.

Nasca


Nos levantamos muy temprano para desayunar, la verdad es que los desayunos son fantásticos, zumos naturales, comida riquísima, ¡toda una experiencia! Nos pasaron a recoger ya que teníamos como destino el desierto y recorrerlo en 4x4. ¡Es brutal! Subes, bajas, vas a toda velocidad, una sensación y una experiencia totalmente recomendable, con la adrenalina a tope. ¡No te lo pienses, es algo que no te puedes perder! Con todo ese sube y baja llegamos a la ciudad-santuario pre-Inca de Cahuachi y… ¡Por fin! A las dunas de Usaca, esto era lo nuestro… ¡Íbamos a practicar sandboard! Nos pusimos la tabla y nos dejamos caer por las dunas… ¡Es genial! Si, no tienes experiencia puedes tumbarte en la tabla y bajar a toda velocidad igualmente.

Sandboard



Nos subimos otra vez al 4x4 y de camino vimos un cóndor, que volaba tan bajo que casi podíamos tocarlo, también vimos lobos de mar y pingüinos. ¡Si, pingüinos de la corriente de Humboldt!, que te miran sin miedo. 

La verdad es que acabamos derrotados, llegamos al hotel cenamos algo y nos fuimos a dormir, al día siguiente íbamos a hacer un sobrevuelo sobre las líneas y figuras de Nasca.

Sobrevuelo sobre las Líneas de Nasca


Madrugón, desayuno y sobrevuelo sobre las Líneas de Nasca, la verdad es que no desayuné mucho, no quería marearme en la avioneta. Nos trasladaron al aeródromo y nos subimos, la verdad es que el sobrevuelo es espectacular, aunque si tengo que decir la verdad las líneas a esa altura son más pequeñas, pero aún así es una experiencia muy recomendable. Os pongo un poco en antecedentes, las líneas son unos dibujos realizados en la tierra por la civilización Nazca, figuras geométricas, animales, etc., no se sabe muy bien el motivo por el que se hicieron y, cómo no, hay varias teorías sobre su origen, rituales para que lloviese, teorías relacionadas con extraterrestres, etc. ¡Saca tus propias conclusiones… pero no te puedes perder el sobrevuelo! Te recomiendo que si te mareas tomes biodramina, en la avioneta dos chicas lo pasaron fatal y no pudieron disfrutar al 100% de la experiencia.

Sobrevuelo Líneas de Nasca



Nada más salir de la avioneta nos están esperando para llevarnos a Abancay, nos quedan 9 horas de trayecto por delante, vamos en un coche con chófer, por lo que podemos aprovechar para descansar un poco. Por el camino paramos a visitar la Reserva Nacional de Pampas Galeras, y conocimos a las graciosas Vicuñas y nos quedamos fascinados con el impresionante paisaje. Es un área protegida y llegar hasta allí es increíble.

La simpática Vicuña


Cusco


Nuestra siguiente parada es Cusco, como de costumbre madrugamos un montón, nos venían a recoger para nuestro traslado, por el camino visitamos las interesantes ruinas inca dedicadas al culto del agua de Saywite y el centro administrativo inca de Tarawasi. Llegamos a Abancay a la tarde y nos dejaron en el hotel, dejamos nuestras cosas y salimos a cenar algo, seguíamos disfrutando con lo que la gastronomía peruana nos ofrecía. ¡Una auténtica maravilla!

Al día siguiente teníamos organizada una cabalgata desde el puente Paucarbamba para cruzar el río Urubamba, disfrutando de las espectaculares vistas. Llegamos al puente Inca, donde nos esperaba el transporte para llevarnos de regreso a Cusco. Teníamos el resto del día libre para conocerlo y perdernos por sus calles.
Decidimos comer algo por el centro histórico de Cusco y conocerlo, la verdad es que cuenta con un gran patrimonio histórico, visitamos su Plaza de Armas, que es Patrimonio de la Humanidad, la fuente con Pachacútec, la Catedral de Cusco, la Iglesia de Santo Blas.

Catedral de Cusco




También hicimos una parada en el Mercado Central de San Pedro y el Mercado Artesanal, y allí nos relajamos y, compramos. Eso sí, tened cuidado con los carteristas.

Cenamos algo y nos fuimos pronto a dormir, estábamos bastante agotados y al día siguiente nos esperaba un descenso en rafting.

Rafting y Ciclismo en Valle Sagrado


Nos trasladaron a Valle Sagrado y nos dieron todo el material para nuestra siguiente aventura, tras familiarizarnos con el equipo empezamos la travesía, al principio íbamos todos bien, las aguas eran tranquilas y no había muchos rápidos, pero lo bueno iba a empezar pronto, nos metimos de lleno en los rápidos, con olas y remolinos, la verdad es que fue muy divertido. ¡Nos lo pasamos como enanos! Y el chapuzón nos vino bien. Nos secamos un poco y nos preparamos para disfrutar de un almuerzo tradicional en un restaurante en la ribera del río. ¡Maravilloso!

El resbaladero



Y como, no al día siguiente nos tocaba sesión de ciclismo. Nos explicaron la ruta y empezamos a descender hacia el Valle Sagrado, una de las paradas era un centro de cuidado de camélidos en Awanacancha. En el camino a Pisaq realizamos una parada en el mirador de Taray y pudimos disfrutar de unas vistas fantásticas. Al llegar a Pisaq tuvimos tiempo de comer algo y de visitar la feria del pueblo. 

Ruta en bici



A medida que van pasando los días nos vamos dando cuenta de que va quedando menos para que acabe nuestro viaje, pero aún nos queda mucho por delante. Nuestra siguiente parada en el camino es Aguas Calientes, nos llevan a la estación de Ollantaytambo para coger el tren turístico hacía el Machu Picchu. 

Machu Picchu. Una de las 7 maravillas del mundo


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¡Y por fin llegó el gran día! Teníamos ante nosotros el Machu Picchu, el paisaje es increíble, te deja sin aliento. ¡Es increíble! Hay que guardar fuerzas e ir subiendo poco a poco, vas subiendo escaleras poco a poco y a medida que asciendes te das cuenta de lo que llevas recorrido y te embriaga la grandeza del lugar, ver la Ciudadela desde ese punto es indescriptible. 

Terraza en el Machu Picchu



La visita a la Ciudadela es maravillosa, es una sensación sobrecogedora, es el momento más importante de nuestro viaje, y nada de lo que te cuenten se puede comparar a lo que tienes delante de la vista. Todo es mágico y el estado de conservación es perfecto. Disfrutamos de la visita al primer centro arqueológico en Chachabamba y llegamos al fascinante Huiñay Huayna donde repusimos un poco nuestras fuerzas y comimos algo.  

Ciudadela



Nuestras siguiente parada en el camino y con el recuerdo del Machu Picchu a nuestras espaldas nos dirigimos a Puno en donde pudimos visitar la Iglesia Colonial de Andahuaylillas, el complejo arqueológico de Raqchi y el museo Lítico de Pukara.

El viaje se terminaba pero aún nos quedaba visitar el Lago Titicaca, pudimos disfrutar de un día completo navegando por el Lago y visitando sus islas flotantes de los Unos y la Isla de Taquile.

Lago Titicaca



Esta fue nuestra última parada, de vuelta a Lima, nos dimos cuenta de que atrás dejábamos 13 días de aventuras intensas, paisajes impresionantes y una cultura fantástica, muchas anécdotas y las ganas de volver. Pero el viaje se acababa y teníamos que volver a casa.